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La Cultura como eje del problema Argentino – por Iván Ara

Estamos a tiempo de rescatar la República en un marco de concordia y tolerancia con los valores, desarrollo y virtudes que profesaban nuestros próceres.

Cuando escuchamos hablar a los “intelectuales” de hoy en día ya sea de cualquier ideología política, casi siempre, vamos a oír que el problema argentino es económico, uno te dice que hay que bajar el gasto público, otro que el problema son los ricos, otro te dice que hay que nacionalizar las empresas y así montones de propuestas (aunque muchas parezcas ridículas). Es un tema sensible hablar del bolsillo del ciudadano y como hace para llegar a fin de mes, para irse de vacaciones, para vivir con tal sueldo, etc. Es entendible porque venimos hace décadas chocándonos la cabeza contra la pared en lo que se refiere a medidas económicas y seguimos dando cuerda a lo que está prácticamente destrozado, pero el trasfondo y el problema de raíz no viene por si se tienen que bajar los impuestos o por el gasto publico demencial, que son temas importantes y necesarios para aplicar pero no tocan de fondo el problema argentino, ya que es cultural, porque la cultura y los valores son la clave para el progreso de la naciones.

Principios básicos:

Una sociedad que respeta la Justicia, libertad, honestidad, , trabajo, lealtad y diálogo es una sociedad que va por un buen camino, uno de desarrollo y políticas que hace que avance y que mejore la vida de los individuos dentro de la misma, a raíz de esto le van surgiendo políticas para el bienestar social ya que al tener todos estos valores incorporados buscan el bienestar de la población, es decir, instituciones eficaces, una justicia que actué de manera inmediata con la constitución en la mano, políticos preparados académicamente que representen al país y trabajen para mejorar la vida de una población. Aunque no todos los valores son iguales en las culturas de distintos países,  los expuestos son los indispensables.

Un ejemplo claro  de lo que significa el problema cultural de un país es cuando millones de africanos emigran a Europa o cuando 10 millones de mexicanos han elegido vivir en los Estados Unidos, esa opción sirve para entender que unas sociedades atraen más que otras porque tienen un grado superior de desarrollo cultural para la propia percepción de esas personas que emigran.

Argentina sin valores:

Un ejemplo argentino puede ser el de Menem  ya que hubo cierto grado de “liberalización” de la economía (aunque poco, comparándolo con casi todos los gobierno de 1916 para adelante), pero por ejemplo la educación no se toco y padecemos los problemas de ello, porque en la educación esta gran parte de la cultura y los valores de argentina. Las universidades estatales (dominada por la izquierda desde tiempos inmemorables) están infectadas de política además de que no proveen educación, si no que proveen adoctrinamiento, uno entra y lo que ve es panfletos de aborto, auditorios del Che Guevara, afiches de Karl Marx y montones de ridiculeces más, hasta el extremo de pedir por la libertad de Milagro Sala (Facultad de Filosofía y Letras, Púan 480). Estas personas que estudian en universidades politizadas el día de mañana se van a graduar y algunos quizás tendrán cargos políticos, y ahí es donde comienza el desastre porque no llevan consigo las virtudes que son indispensables para el desarrollo de un país ya sea por desconocimiento o porque el sistema universitario no los promueve y estas personas (no todas) terminan siendo adoctrinadas por los maestros, titulares de cátedra, o cualquier charlatán que interrumpe una clase. Los mismos maestros son los que los adoctrinan otorgándoles en sus primeras etapas de la universidad casi todos autores de marxistas y diciéndole que lo que leen está bien y que debería ser aplicado a la sociedades ya sea con textos de sociología, economía o ciencias políticas , también cierto desprecio por algunos próceres como la talla de Roca, Alberdi y Sarmiento, cambian la historia modificándola para el beneficio de su ideología, y así montones de barbaridades que hacen que el alumno el día de mañana repita frases, no sea critico y no piense por sí mismo.

Entonces, ¿Cómo llegamos a esto? Si Argentina estaba entre los diez países con mayor ingreso per cápita hace cien años, fuimos el granero del mundo, recibíamos corrientes migratorias de toda Europa, supimos ser el faro cultural de América latina, también el primer país de América Latina en lograr la alfabetización. ¿Qué nos paso en esos 100 años de diferencia?

El largo periodo de nuestra decadencia cultural comienza cuando nos alejamos de las ideas del republicanismo, del libre comercio como factor clave para el desarrollo económico de un país, la constitución de 1853 inspirada en las Bases de Juan Bautista Alberdi, que hoy en día es olvidada hasta en las universidades gracias al adoctrinamiento de la izquierda, es decir, alejarnos de estas ideas y de los valores reales que alguna vez rigieron en nuestro país nos llevo a esto que padecemos hace mas de 80 años, hiperinflaciones, guerra civil, golpes de estado, inestabilidad gubernamental, corrupción sistemática, fraudes electorales etc.

El debate en argentina tiene que ser, ante todo, qué cultura y qué valores y/o virtudes deben regir en nuestra sociedad. Por un lado están los que profesan la cultura del robo, la corrupción, la mafia sindical, el adoctrinamiento educativo, el asesinato, la ineficaz y lenta justica, la desaparición de la constitución y por el otro los que profesan la cultura, él respeto y la defensa del trabajo, lealtad, honestidad, por las instituciones gubernamentales, la constitución, la división de poderes, la familia, la vida y la libertad.

Mensaje para las personas que quieren un cambio:

Este artículo no busca generar separaciones con aquellos que piensen que el problema se arregla yendo a un modelo de libre mercado, ya que, la desastrosa economía es una consecuencia y no el problema de un sistema devastado por el robo de valores y virtudes que supieron saquear aquellos imberbes que nos gobernaron por décadas y hoy en día lo siguen haciendo.

Con la firmeza de los planteos expuestos puedo decir que es hora de que la juventud deje de jugar a quien es el más tibio y se dé cuenta que lo único que va a sacar este país adelante es que nosotros mismos abramos los ojos y dejemos de comer vidrio roto, alzar la bandera argentina con grandeza como lo hicieron nuestros padres y abuelos y empezar el proyecto que Alberdi y sarmiento, por nombrar algunos, plasmaron y plantearon para el bien de nuestra República, porque mientras nosotros sigamos ignorando que el problema es cultural esto va generando lo que está pasando hoy en día que el adversario siga ganando terreno en las elecciones, universidades, instituciones públicas y privadas, medios televisivos, periódicos , radios, calles y demás puntos estratégicos que la izquierda domina por goleada. Por eso mientras nosotros nos tomamos un café riéndonos de sus fracasos ellos están enchufándole el discurso marxista a un chico mas en las universidades, y ya tienen un soldado mas para la batalla, por eso nuestra lucha es cultural y se tiene que dar en el marco de las facultades, colegios, centros de estudiantes, marchas, debates en canales, radios, etc.

Estamos a tiempo de rescatar la República en un marco de concordia y tolerancia con los valores, desarrollo y virtudes que profesaban nuestros próceres como también el espíritu genuino de las instituciones políticas y a raíz de esto devolverle a nuestro país una dirigencia política con gente que verdaderamente trabaje de manera eficaz, comprometida con la constitución, que sea tranparente, que trabajen ad honorem, que no sobreponga sus beneficios antes que los de la población y hacerle saber a los ciudadanos mediante todos los medios posibles el costo de seguir con una argentina sin valores y con una cultura prácticamente destrozada.

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